"no soy de Olavarría, solo me senté a descanzar acá mientras mi señora compra zapatos, a mi no me toca el tema, imagináte: yo soy padre, tengo una familia, tengo hasta nietos. Gracias pero no"
Es lo que me dijo un hombre cuando le estaba explicando qué día se conmemora, por qué realizamos la folletería que le estaba entregando y que no quiso aceptar. Durante las tres horas que estuvimos paradas en la esquina de la plaza principal de la ciudad nos encontramos con diversas personas con las que estuvimos reflexionando sobre las distintas formas de violencia, los mitos alrededor de ello, las posturas tomadas, las encontradas y las reflexiones que -al terminar la conversación- te van resonando.
Después de que este hombre me responde aquello le digo gracias y buenas tardes. Me dejó pasmada, pero es algo que tomé para incluir en las conversaciones con las personas que fui charlando después. No podemos esperar que las personas víctimas de violencia sean las que erradiquen esta, la violencia en nuestra comunidad es un problema de tod@s l@s ciudadan@s adult@s. Cómo podemos pensar que esto no le incumbe a una maestra, a un docente, a un funcionario público, a una vecina, a la hermana, al padre... la ley de violencia de género establece en uno de sus incisos que es deber y obligación de la ciudadanía denunciar cualquier acto de violencia más allá de que la persona que denuncia no sea la víctima.
Para erradicar toda forma de violencia es necesario la prevención, detección, atención y contención de las víctimas de violencia. Diariamente mueren mujeres por el solo hecho de ser mujeres. Diariamente en nuestro país mueren mujeres por distintas formas de violencia: violación, maltrato, aborto clandestino, trata de personas...
¿¿¿Este no es un tema que nos interese a todas las personas más allá de nuestro estatus social, de la ciudad en la que vivamos, de la familia que tengamos, de la orientación sexual, del color de piel que tengamos, de la identidad cultural que llevemos???
Estuvimos en la plaza, repartimos todos los volantes, hablamos con personas que no conocíamos, nos vinieron a apoyar las personas que nos conocen, nos entrevistaron desde algunas radios, nos sacaron fotos para el diario. La actividad está hecha, ahora cada una a su casa llena de información para seguir pensando sobre las violencias que ocultamos.
Agradecemos a todas aquellas personas que participaron del gravado de los spots radiales, a Popi y Alejo por el trabajo dedicado, a la Secretaría de Extensión de la FacSo-UNIEN por disponer de las herramientas necesarias, al INADI por el trabajo en conjunto que hemos podido llevar a cabo por su compromiso, a las voces de las personas que eligieron dar su testimonio y voz para hacer visible la violencia que sufren y que combaten y a las personas que trataron el tema durante esta semana en sus programas, en su medio de comunicación.
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