jueves, 28 de agosto de 2008

PRONUNCIAMIENTO SOBRE “MUJER Y SIDA”





V REUNION DE LA COALICIÓN DE PRIMERAS DAMAS Y MUJERES LÍDERES DE AMÉRICA LATINA SOBRE MUJER Y SIDA

Ciudad de México, 2 de agosto de 2008



Nosotras, las integrantes de la Coalición de Primeras Damas y Mujeres Líderes de
América Latina sobre Mujer y SIDA, reunidas en la Ciudad de México en ocasión de
los trabajos de la V Reunión de la Coalición, en el marco de la XVII Conferencia
Internacional sobre el SIDA, a la que se han unido un importante grupo de mujeres
líderes de la región.

Tomando en cuenta:


‐ la Plataforma de Acción para Detener la Feminización de la Epidemia en la
Región, aprobada por el pleno de la Coalición, Buenos Aires, 2007 y las
conclusiones y acuerdos de las reuniones precedentes;
‐ la Declaración de Panamá de la Comunidad Internacional de Mujeres Viviendo con VIH/SIDA (ICW Latina) “Nada para Nosotras, sin Nosotras” de 2006;
‐ la Declaración de los Presidentes en San Salvador en el marco del IV Foro del Congreso Centroamericano de VIH/Sida (CONCASIDA 2005);
‐ la Declaración de París sobre SIDA de 1994, que dio origen al principio MIPA ‐
Mayor Involucramiento de Personas Afectadas‐, y
‐ las Declaraciones, Instrumentos y Documentos afines del Sistema de las
Naciones Unidas y del Sistema Interamericano, relacionados con mujeres y con
VIH.

Considerando que:

1. la vulnerabilidad de las mujeres ante la infección por el VIH se incrementa por
razones biológicas, sociales y económicas, incluyendo situaciones de
desigualdad y violencia de género;

2. es posible reducir el riesgo de infecciones de transmisión sexual, incluida el
VIH, entre las adolescentes, las jóvenes y las mujeres adultas, mediante
procesos informativos y de educación sobre medidas eficaces de prevención
sobre la base de evidencia científica y el acceso universal a insumos y servicios
de salud de calidad;
3. es posible mejorar la salud, la calidad y la esperanza de vida de las mujeres que
viven con VIH, mediante el acceso oportuno a tratamientos apropiados;
4. es posible prevenir la transmisión madre‐hijo e hija del VIH, con la aplicación
de protocolos de eficacia comprobada administrados durante el embarazo, el
parto y la lactancia. Con ese propósito, la madre debe tener acceso a la información y a los servicios necesarios;
5. el acceso al tratamiento para mujeres se ve limitado debido a la carga
económica del costo de los medicamentos antiretrovirales, que se incrementa
constantemente para los gobiernos;
6. las desigualdades generadas por las diferencias étnicas, sociales, educativas,
etáreas aumentan la vulnerabilidad entre las mujeres.

Manifestamos nuestro compromiso de:
1. apoyar los esfuerzos para detener la feminización de la epidemia a través de
políticas públicas y programas específicos para las mujeres;
2. buscar que se sumen voces que manifiesten su solidaridad con las mujeres,
adolescentes y niñas que viven con VIH, para que tengan una mejor calidad de vida;
3. fomentar en la sociedad una cultura de la no violencia hacia las mujeres, en el
marco de los derechos humanos, ratificando la campaña “Más paz, menos
SIDA”, para disminuir el impacto que tiene en ellas el VIH/SIDA;
4. apoyar los programas encaminados a erradicar la violencia contra las mujeres y
suprimir la brecha que persiste entre los géneros, etnias, grupos sociales y etáreos, especialmente los diseñados para prevenir y evitar las situaciones que
generan una mayor vulnerabilidad de la mujer al VIH en la región;
5. trabajar a favor de la protección y promoción del pleno ejercicio de los derechos humanos y libertades fundamentales, y de la erradicación de la
discriminación hacia todas las mujeres que viven con el VIH;

6. contribuir a la disminución de las desigualdades sociales y de género, que
colocan a la mujer en desventaja frente a las oportunidades de desarrollo a lo
largo de su vida y en situaciones de vulnerabilidad al VIH;
7. abogar para que en los países de la región sean instrumentados los programas de salud sexual y reproductiva, incluyendo los destinados a la prevención de la
transmisión madre‐hijo de las mujeres que viven con VIH;
8. difundir los programas gubernamentales y no gubernamentales encaminados
a educación integral de la sexualidad e información sobre la prevención del VIH, sobre todo, los que están a disposición de adolescentes, jóvenes y adultos;
9. involucrar a la responsabilidad social empresarial de la industria farmacéutica
para ofertar precios que permitan asegurar el acceso universal al tratamiento
de calidad;
10. promover la participación de las mujeres, niñas y adolescentes que viven con VIH/SIDA, con énfasis las mujeres integrantes de ICW Latina, acorde al principio
–MIPA‐ Mayor Involucramiento de Personas Afectadas,
11. incorporar a los medios de comunicación como actores claves de la lucha
contra la epidemia, en la estrategia de convocatoria hacia la Coalición.

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