Un violador serial que atacó en la ciudad de La Plata al menos a siete jóvenes, dos de ellas adolescentes, está suelto y no ha sido identificado aún. Los casos ocurrieron entre octubre de 2005 y abril de 2007, aunque no se descarta que haya seguido actuando después de esa fecha. Se determinó que coincide en todos los hechos el patrón genético del agresor. El descubrimiento se produjo en el marco de la investigación del asesinato de una joven peruana, Sandra Gamboa, cuyo cuerpo fue encontrado, con signos de haber sido ultrajada, en un edificio del Ministerio de Economía del gobierno bonaerense el 22 de febrero de 2007, cuando llevaba seis días desaparecida. En una colilla de cigarrillo hallada en el lugar del crimen se detectó el mismo ADN del semen que dejó el violador en las otras víctimas, reveló ayer a Página/12 uno de los abogados de la familia de Gamboa, Eduardo Montané López. En la causa judicial que tiene en sus manos el fiscal Tomás Morán, a cargo de la UFI Nº 2 de La Plata, se incorporó un video tomado por las cámaras de seguridad de un banco, situado frente al lugar donde fue encontrada muerta, en el que se ve la imagen borrosa de ella cuando se encuentra con un hombre, que podría ser el homicida. Ayer, al cumplirse dos años del hallazgo del cadáver de Sandra, organizaciones de mujeres y sociales y estudiantes universitarios platenses marcharon hasta la Casa de Gobierno provincial para reclamar “justicia” por la muchacha peruana. “Es muy doloroso decirlo: son dos años de impunidad por la muerte de mi hija”, dijo, entre lágrimas, a Página/12, su madre, Nélida Gamboa, quien hace dos años está en la Argentina peleando para que encuentren al autor del homicidio.
La investigación de la muerte de Sandra abrió la puerta para descubrir que en La Plata, desde octubre de 2005, un violador serial cometió al menos otros seis ataques a mujeres jóvenes. El hallazgo de la coincidencia del ADN del agresor es reciente, precisó a este diario el abogado Montané López. Fuentes de la Procuración bonaerense, que está siguiendo la causa, confirmaron la información. Las violaciones tuvieron algunas características similares: se produjeron en obras en construcción o refacción, o en casas deshabitadas de la ciudad de La Plata; las víctimas comparten rasgos físicos y son inmigrantes peruanas, bolivianas y una de ellas proviene del norte argentino; algunas rondan los 20 años, hay una de 13 y otras de 15 años. Y se toparon con el agresor ante el ofrecimiento de un trabajo para cuidar niños.
“El violador no fue identificado y continúa siendo una amenaza para la integridad física y psíquica de las mujeres que viven en La Plata”, advirtió ayer Yamila Balbuena, integrante de la organización feminista Azucena Villaflor, una de las agrupaciones que ayer marcharon desde el edificio perteneciente al Archivo de Rentas, en la calle 7, entre 45 y 46, donde fue encontrada asesinada Sandra, hasta la gobernación. “Todas somos Sandra”, fue la consigna de la movilización, que incluyó una radio abierta, cánticos y volantes en donde se reclamó “Justicia por Sandra y por todas las mujeres violentadas”.
La causa por el homicidio ya suma 12 cuerpos y está en etapa de investigación, a cargo del fiscal Morán, de la UFI Nº 2. Interviene el juez de Garantías César Melazo. “Se están procesando las muestras de ADN de otras violaciones ocurridas en los últimos años en La Plata con autor ignorado”, señaló Montané López. Esa tarea está a cargo de la Asesoría Pericial de la Suprema Corte bonaerense. Se busca determinar si también coinciden con el mismo patrón genético descubierto.
Hacía tres meses que Sandra Gamboa había llegado a la Argentina cuando fue asesinada en forma salvaje. La muchacha tenía 22 años y se había recibido de enfermera en Lima. Pero su novio Augusto Menaje, a quien conoció en Perú y cuya familia vivía en Buenos Aires, la convenció de intentar un futuro en Argentina. “Sandra planeaba estudiar Medicina y trabajar aquí”, apuntó la madre. “El 16 de febrero de 2007 salió de la pensión donde vivía con su novio, ubicada en 44 esquina 6, de La Plata, para ver un trabajo. Walter Silva, amigo de la familia del novio, que vivía en las misma pensión, la contactó y acompañó a ver a un hombre que buscaba una chica para cuidar a sus hijos”, relató Gabriela Barcaglione, de la colectiva Azucena Villaflor. Según declaró Silva, él mismo la acompañó hasta encontrarse con ese hombre en la puerta del edificio de Rentas, en ese momento en reparaciones: era viernes, alrededor de las 15. Una cámara de seguridad de un banco situado a pocos metros de ahí tomó la escena. “El video está incorporado a la causa. Aunque el hombre se ve borroso, las víctimas de las otras violaciones lo identificaron como su agresor”, reveló Montané López.
De acuerdo con las imágenes y el relato de las jóvenes, “el violador tendría una altura de 1,60 metro, pesaría alrededor de 60 kilos, su contextura es la de un hombre muy flaco y muy fibroso, al estilo de un jockey, de tez oscura, ojos negros, cejas pobladas y tiene un acento particular que no lo denota como platense”, describió el abogado de Nélida Gamboa. Montané López denunció “falta de compromiso” de la fiscalía para investigar el caso.
“Nuestra hipótesis es que a Sandra la mató, a diferencia de las otras chicas, porque ella era muy temperamental”, consideró Montané López. El letrado denuncia también la “inacción” la policía: el mismo 16 de febrero, el novio de Sandra y Silva fueron a denunciar su desaparición a la comisaría 1ª de La Plata. “No se la quisieron tomar hasta el día siguiente. Al otro día describieron el lugar exacto donde había quedado Sandra. Pero recién ingresaron ahí cuando un kiosquero seis días después le comentó a un policía que había olor nauseabundo. Fue ahí cuando se encontró el cuerpo semidesnudo, boca abajo, sin prendas íntimas. El abuso sexual no se acreditó por su estado de descomposición”, indicó Montané López.
//
Fuente: Página 12 - 24/02/09. Mariana Carbajal
No hay comentarios:
Publicar un comentario