Pedirán más de 10 años de prisión para el cura Grassi
Lo hará la Fiscalía en su alegato, que empieza hoy. También podría solicitar su detención inmediata. El sacerdote está siendo juzgado por 17 hechos de abuso sexual, corrupción de menores y amenazas.
Por: Martín Sassone
Siete meses pasaron desde que comenzó el juicio oral contra el cura Julio César Grassi. Ahora comienza el tiempo de definiciones. A las 10 de la mañana de hoy, el fiscal Alejandro Varela comenzará su alegato, que se extenderá durante cuatro audiencias. El lunes, cuando termine, pedirá al Tribunal Oral N° 1 de Morón que condene al sacerdote a más de 10 años de prisión por los delitos de abuso sexual agravado, corrupción de menores y amenazas contra tres menores.Así lo aseguraron a Clarín fuentes judiciales, quienes aclararon que el fiscal está terminando de delinear su acusación y que no quiere anticipar la cantidad exacta de años de prisión que pedirá. Además de la pena, el fiscal podría solicitar también a los jueces la detención inmediata de Grassi, anticiparon los voceros.Hasta octubre de 2002, el cura Grassi era reconocido por su trabajo al frente de la Fundación Felices los Niños, por su alta exposición en los medios y por el conflicto que lo tuvo como protagonista junto a Susana Giménez y la empresa Hard Comunication en relación a unos concursos telefónicos en tevé que terminaron en un juicio.Pero una emisión especial de Telenoche Investiga reveló una acusación por corrupción de menores contra Grassi que "dormía" en los Tribunales de Morón desde 2000. Además, dos jóvenes que habían estado a su cargo en la Fundación denunciaron ante las cámaras que habían sido abusados por el cura. A ellos, por ser menores de edad, se los identificó con los seudónimos de "Gabriel" y "Ezequiel".La noticia conmovió a la opinión pública y el cura intentó hacer un descargo ante las cámaras de Canal 9, rodeado por los periodistas más reconocidos de ese canal. Pero no pudo terminar porque le advirtieron que la Policía estaba yendo a detenerlo. Al día siguiente, Grassi se entregó y pasó un mes detenido en la DDI de Morón. Hasta que la jueza de Garantías Mónica López Osornio lo benefició con un régimen de libertad morigerada.Desde entonces el cura comenzó una larga batalla judicial que incluyó apelaciones, pedidos de nulidad y recusaciones, respaldado por una batería de prestigiosos abogados que hoy ya no están.En 2006, se sumó un tercer denunciante, al que se conoce como "Luis". De todas maneras, su nombre ya se venía mencionando desde hacía años. Pero al principio, negó todas las versiones, e incluso las rechazó. Finalmente aceptó declarar y denunció episodios ocurridos dentro de la Fundación. Cuando estallaron las acusaciones contra Grassi, varios testigos señalaron que el cura habría atacado sexualmente a "Luis" durante un viaje que la Fundación hizo en 2000 a El Calafate, cuando él todavía era menor. Esas y otras denuncias son el sustento de una causa que se tramita en Santa Cruz.Además de los testimonios de los tres denunciantes, una de las pruebas que más complica al cura es una pericia psicológica que le hicieron en aquella causa en la Patagonia, ya que en Morón logró sortear a los psicólogos.La defensa pudo postergar el comienzo del juicio varias veces, pero al final, el 19 de agosto del año pasado, el cura se sentó en el banquillo de los acusados y escuchó cómo los jueces leían las imputaciones en su contra: 17 hechos de abuso sexual agravado, corrupción de menores y amenazas.Ahora es tiempo de alegatos, pero para el veredicto todavía falta: los abogados hablarán durante todo este mes y luego será tiempo de réplicas. Y es posible que se le otorgue un día a Grassi para decir sus "últimas palabras" antes de escuchar la sentencia.Uno de los abogados querellantes, Juan Pablo Gallego (que representa al Comité Argentino de los Derechos del Niño y pedirá una pena de 24 años en su alegato), cree que podría haber alguna sorpresa en los próximos días. "Grassi dijo al comenzar el juicio que no está en condiciones de aceptar un fallo adverso. Por eso, y dado que la prueba producida le fue adversa, es posible que busque frustrar el final del proceso con alguna nueva maniobra procesal", sostuvo.
Lo hará la Fiscalía en su alegato, que empieza hoy. También podría solicitar su detención inmediata. El sacerdote está siendo juzgado por 17 hechos de abuso sexual, corrupción de menores y amenazas.
Por: Martín Sassone
Siete meses pasaron desde que comenzó el juicio oral contra el cura Julio César Grassi. Ahora comienza el tiempo de definiciones. A las 10 de la mañana de hoy, el fiscal Alejandro Varela comenzará su alegato, que se extenderá durante cuatro audiencias. El lunes, cuando termine, pedirá al Tribunal Oral N° 1 de Morón que condene al sacerdote a más de 10 años de prisión por los delitos de abuso sexual agravado, corrupción de menores y amenazas contra tres menores.Así lo aseguraron a Clarín fuentes judiciales, quienes aclararon que el fiscal está terminando de delinear su acusación y que no quiere anticipar la cantidad exacta de años de prisión que pedirá. Además de la pena, el fiscal podría solicitar también a los jueces la detención inmediata de Grassi, anticiparon los voceros.Hasta octubre de 2002, el cura Grassi era reconocido por su trabajo al frente de la Fundación Felices los Niños, por su alta exposición en los medios y por el conflicto que lo tuvo como protagonista junto a Susana Giménez y la empresa Hard Comunication en relación a unos concursos telefónicos en tevé que terminaron en un juicio.Pero una emisión especial de Telenoche Investiga reveló una acusación por corrupción de menores contra Grassi que "dormía" en los Tribunales de Morón desde 2000. Además, dos jóvenes que habían estado a su cargo en la Fundación denunciaron ante las cámaras que habían sido abusados por el cura. A ellos, por ser menores de edad, se los identificó con los seudónimos de "Gabriel" y "Ezequiel".La noticia conmovió a la opinión pública y el cura intentó hacer un descargo ante las cámaras de Canal 9, rodeado por los periodistas más reconocidos de ese canal. Pero no pudo terminar porque le advirtieron que la Policía estaba yendo a detenerlo. Al día siguiente, Grassi se entregó y pasó un mes detenido en la DDI de Morón. Hasta que la jueza de Garantías Mónica López Osornio lo benefició con un régimen de libertad morigerada.Desde entonces el cura comenzó una larga batalla judicial que incluyó apelaciones, pedidos de nulidad y recusaciones, respaldado por una batería de prestigiosos abogados que hoy ya no están.En 2006, se sumó un tercer denunciante, al que se conoce como "Luis". De todas maneras, su nombre ya se venía mencionando desde hacía años. Pero al principio, negó todas las versiones, e incluso las rechazó. Finalmente aceptó declarar y denunció episodios ocurridos dentro de la Fundación. Cuando estallaron las acusaciones contra Grassi, varios testigos señalaron que el cura habría atacado sexualmente a "Luis" durante un viaje que la Fundación hizo en 2000 a El Calafate, cuando él todavía era menor. Esas y otras denuncias son el sustento de una causa que se tramita en Santa Cruz.Además de los testimonios de los tres denunciantes, una de las pruebas que más complica al cura es una pericia psicológica que le hicieron en aquella causa en la Patagonia, ya que en Morón logró sortear a los psicólogos.La defensa pudo postergar el comienzo del juicio varias veces, pero al final, el 19 de agosto del año pasado, el cura se sentó en el banquillo de los acusados y escuchó cómo los jueces leían las imputaciones en su contra: 17 hechos de abuso sexual agravado, corrupción de menores y amenazas.Ahora es tiempo de alegatos, pero para el veredicto todavía falta: los abogados hablarán durante todo este mes y luego será tiempo de réplicas. Y es posible que se le otorgue un día a Grassi para decir sus "últimas palabras" antes de escuchar la sentencia.Uno de los abogados querellantes, Juan Pablo Gallego (que representa al Comité Argentino de los Derechos del Niño y pedirá una pena de 24 años en su alegato), cree que podría haber alguna sorpresa en los próximos días. "Grassi dijo al comenzar el juicio que no está en condiciones de aceptar un fallo adverso. Por eso, y dado que la prueba producida le fue adversa, es posible que busque frustrar el final del proceso con alguna nueva maniobra procesal", sostuvo.
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