En Olavarría en noviembre de 2006 se abrieron dentro de la Fiscalía 10 un total de 180 causas, de las cuales la mayoría correspondió a diversas formas de violencia contra la mujer. En la Provincia hay, en tanto, unas cincuenta denuncias cotidianas. Lo legal es, sin embargo, el último eslabón. Sin ayuda psicológica, el círculo no se rompe.
Recientemente la Universidad de Buenos Aires dio a conocer un estudio ligado a la raíz sociológica de la violencia doméstica. María Inés Bringiotti, experta en la temática, analizó la vinculación de las políticas de los 90 en la pérdida de valores dentro de la sociedad. Y cómo influyeron en ese sentido las “microviolencias” que van desde la violencia social a aquella que ejercen las instituciones, pasando por la violencia de la familia, la violencia de los individuos que han desarrollado una enorme incapacidad para escuchar al otro, la prepotencia y la violencia “en la demostración de poder del hombre por sobre la mujer, de los padres sobre los hijos, del Estado sobre los ciudadanos y de la directora sobre la escuela”.
En el territorio provincial y a partir del incremento de la violencia intrafamiliar se sancionó la Ley 12.569 “para la protección y asistencia a las víctimas de violencia familiar y doméstica, su prevención y la promoción de vínculos libres de violencia”.
En casi el 70 por ciento de los asesinatos de mujeres en la Provincia de Buenos Aires el victimario fue un conocido. Alguien vinculado en algún momento de su historia sentimentalmente a ellas. Y según las estadísticas en un gran número de casos hubo denuncias previas que no fueron escuchadas.
Las cifras falsean toda realidad. En los servicios de atención de los casos de violencia familiar en el país hubo un promedio durante el 2005 de 24 denuncias diarias. En los meses más críticos de 2006, ese número casi se duplicó. Y en el país -dentro del ámbito de la Justicia Civil- hay actualmente unos 3.700 pedidos de exclusión del hogar. No hay estadísticas acerca del número de pedidos dentro de la Justicia Penal pero los especialistas suponen que supera esas 3.700 presentaciones ampliamente. Y Amnistía Internacional aporta un dato sustancial: en América latina sólo se denuncian entre el 15 y el 30 por ciento de los casos de violencia doméstica y social.
Un informe del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) concluyó que el 25 por ciento de las mujeres “sufre algún tipo de violencia y el 50 por ciento corre el riesgo de sufrirla”.
Desde Amnistía Internacional, se consideró en el informe “Los efectos de las armas en la vida de las mujeres” que “la violencia de género, sea con botas, puños o armas, tiene su raíz en la discriminación dominante que niega a las mujeres la igualdad respecto de los hombres”.
Fuente: diario “El Popular”
Recientemente la Universidad de Buenos Aires dio a conocer un estudio ligado a la raíz sociológica de la violencia doméstica. María Inés Bringiotti, experta en la temática, analizó la vinculación de las políticas de los 90 en la pérdida de valores dentro de la sociedad. Y cómo influyeron en ese sentido las “microviolencias” que van desde la violencia social a aquella que ejercen las instituciones, pasando por la violencia de la familia, la violencia de los individuos que han desarrollado una enorme incapacidad para escuchar al otro, la prepotencia y la violencia “en la demostración de poder del hombre por sobre la mujer, de los padres sobre los hijos, del Estado sobre los ciudadanos y de la directora sobre la escuela”.
En el territorio provincial y a partir del incremento de la violencia intrafamiliar se sancionó la Ley 12.569 “para la protección y asistencia a las víctimas de violencia familiar y doméstica, su prevención y la promoción de vínculos libres de violencia”.
En casi el 70 por ciento de los asesinatos de mujeres en la Provincia de Buenos Aires el victimario fue un conocido. Alguien vinculado en algún momento de su historia sentimentalmente a ellas. Y según las estadísticas en un gran número de casos hubo denuncias previas que no fueron escuchadas.
Las cifras falsean toda realidad. En los servicios de atención de los casos de violencia familiar en el país hubo un promedio durante el 2005 de 24 denuncias diarias. En los meses más críticos de 2006, ese número casi se duplicó. Y en el país -dentro del ámbito de la Justicia Civil- hay actualmente unos 3.700 pedidos de exclusión del hogar. No hay estadísticas acerca del número de pedidos dentro de la Justicia Penal pero los especialistas suponen que supera esas 3.700 presentaciones ampliamente. Y Amnistía Internacional aporta un dato sustancial: en América latina sólo se denuncian entre el 15 y el 30 por ciento de los casos de violencia doméstica y social.
Un informe del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) concluyó que el 25 por ciento de las mujeres “sufre algún tipo de violencia y el 50 por ciento corre el riesgo de sufrirla”.
Desde Amnistía Internacional, se consideró en el informe “Los efectos de las armas en la vida de las mujeres” que “la violencia de género, sea con botas, puños o armas, tiene su raíz en la discriminación dominante que niega a las mujeres la igualdad respecto de los hombres”.
Fuente: diario “El Popular”
1 comentario:
Recién descubro este blog, al que saludo, felicito y agradezco el enlace a nuestro sitio.
Un abrazo
Viviana Beker
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